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Mientras el mundo se debate entre la sostenibilidad de las decisiones adoptadas a todos los niveles en la sociedad, ¿es el criterio de sostenibilidad prioritario en el ejercicio del liderazgo?

Pero, ¿qué es hacer sostenible una organización?; ¿cómo actuamos para responder a las necesidades actuales sin comprometer los recursos futuros?; ¿de qué forma podemos actuar en el ámbito de personas siendo sostenibles?

Gasto no es inversión, pero en el ámbito de personas es más común oír el coste de contratar que la inversión en contratación. ¿Por qué?, ¿cuáles son las diferencias?, ¿estamos pensando en satisfacer necesidades puntuales cuando contratamos o comprometer a las personas en el largo plazo apostando por generar oportunidades? En este objetivo de compromiso, una de las acciones claves es el liderazgo que se ejerce en las organizaciones. Mientras que hay otras que también contribuyen a incrementar el compromiso y que pueden residir en el equipo de trabajo, el liderazgo se impone frente al resto por goleada. El liderazgo es ese motor que puede inducir al cambio o dificultarlo y cuando se trata de compromiso, un buen liderazgo es un catalizador.

Por tanto, siguiendo la línea diferencial entre gasto e inversión, necesitamos un cambio de paradigma en lo que tiene que ver con el liderazgo. Necesitamos pasar de un gestor de personas y recursos a un facilitador. Esto implica pasar del “yo lidero” al “yo genero nuevos líderes”, porque eso es clave para generar sostenibilidad en las acciones que desarrollo. Organizaciones sostenibles en el tiempo, que sobrevivan en el largo plazo, que contribuyan a la sociedad con personas más comprometidas, eso es sostenibilidad empresarial.

Liderar para generar sostenibilidad
¿Hemos medido nuestra contribución sostenible como organización?; ¿qué estamos haciendo en nuestras entidades el ámbito de personas para generar sostenibilidad? En muchas ocasiones, se nos olvida que no basta con que yo lidere si no soy capaz de hacer que otros aprendan a liderar. Eso es hacer que las generaciones futuras reciban un aprendizaje en el que yo estoy invirtiendo y que perdurará en el tiempo.

¿En cuantas ocasiones la consideración de las personas como gasto me hace actuar de forma no sostenible?; ¿qué coste de oportunidad asumo como organización cuando no desarrollo a nuevos líderes?; ¿quién hará que mi organización sobreviva y sea sostenible en el tiempo, si no soy capaz de generar nuevos líderes con los valores necesarios para hacer que esto sea posible? Los líderes tenemos una responsabilidad ineludible en cómo desarrollamos a las personas de nuestras organizaciones, cómo ejercemos un desarrollo sostenible en la sociedad y qué efectos futuros tienen nuestras actuaciones hoy.

Lideremos de forma sostenible, posiblemente no tengamos datos de los efectos positivos que podamos alcanzar, pero sí muchos hemos vivido las consecuencias de no hacerlo.

Por Ana del Pino

Cofundadora del Grupo Abastare